Origen de una escritura

Describir los gestos de creación, sus contextos, y los lugares desde donde surge, tiene un origen con una relación autobiográfica de un devenir, además de los años transcurridos, las tergiversaciones de la mente, las influencias de los momentos sociales y personales, hace de esta descripción, tan solo el relato de un recorrido y con la distancia poder definir y delimitar como este se ha desarrollado, lo anterior conlleva tantas multi-demensionalidades, que  solo se pueden nombrar instantes de una experiencia- vivencia, que  contienen una  transversalidad temporal, que va definiendo los conceptos  expuestos y como estos se han llevado a la practica, una revisión que en muchos casos, no conllevaba ningún criterio teórico a priori, más que los impulsos que van armando una autoría.  En este escrito, trataré de sumergirme en la capsula del tiempo y re- construir épocas pretéritas

La guerra fría y las ideologías

De niño viviendo en Washington D.C, participaba en ejercicios de ataque nuclear. que implicaban refugiarnos de los misiles comunistas, en los subterráneos de mi escuela.

A su vez, el presenciar a los jerarcas de la guerra fría desfilando tras el féretro de Kennedy, son hechos que me construyen, como las primeras nociones de vivir la historia, con sus momentos dramáticos desenlaces y emociones. Un siglo veinte que se inserta en mi país de manera contundente, pareciera que somos los más dignos seguidores de los modelos políticos occidentales en boga, desde la independencia, hasta nuestros días, este pequeño país logra ser protagonista de las acciones de sus padres, no podríamos estar fuera de las ideas de la revolución francesa, ni del anarquismo, menos de las vanguardias artísticas, como  ser un  fiel  asimilador  de las ideologías mundiales de dos ideas de sistemas  que se confrontaban, más allá que nuestro socialismo surgiera en  medio del desierto de Atacama, en  solitarias salitreras, nuestra ambición histórica nos llevó a construir frentes populares, ver emerger, grupos nacional socialistas, instaurar, repúblicas socialistas de cien días, y desarrollar  un capitalismo industrial  frustrado en sus inicios, pero sin duda somos y seguimos siendo parte del gran modelo social- occidental,  fiel representante de la globalización y punta de lanza del neo-liberalismo, somos parte de occidente y construimos sus ficciones, y uno es heredero de esa Durante la guerra fría  había que alinearse a alguna de las grandes utopías del siglo, en los instantes  que entro a la  universidad,

Salvador Allende y la unidad popular, son centro de un acontecer.

La izquierda implicaba cultura, conocimiento de sus líderes históricos, teóricos e intelectuales, sentirse digno heredero de ellos, más allá de cómo uno pudiera entenderlos. sí relato esto, es que al vivir este periodo logré comprender lo que es un modelo, un dogma, una ficción y como se llega a morir por ellas, son instantes temporales, donde la religión política suplanta o convive con   la divina.

Como estudiante de sociología, uno se sentía participe de la creación social y actor de un futuro que se proyectaba, había que leer los orígenes y los fundamentos del Marxismo, en estos acercamientos, me sentí afín a la obra de Herbert Marcuse, quien otorgaba una preponderancia a los fenómenos culturales, para un cambio social. Al defenderlo y citarlo, en asambleas del pedagógico me apodaron “el marcusiano”, entendí que aquello era despectivo, y un resto poco revolucionario, sin duda citar a un norteamericano en medio de la lucha anti imperialista parece no haber sido muy acertado.

Esta militancia me llevó a mis primeras relaciones con el espacio-escena, había un atractivo en el presenciar cómo se armaban los encuentros políticos, como actuaban y declamaban los líderes, las composiciones que dibujaban el flamear de las banderas rojas y negras, y el desfilar con el “frente de estudiantes revolucionarios” en formaciones geométricas por las avenidas de la urbe. Estos desfiles en su conformación, tenían un fin, vernos numerosos, ocupar la calle, Sería lo que hoy denominamos una “intervención urbana”, pero con una inconsciencia artística, intervención que debía generar, imágenes de movilización de una fuerza popular, miedo a los contrincantes y al poder. Todo era escénico, digamos una puesta en escena, de brazaletes, cascos, banderas en coligues, frases, canciones y cuerpos manifestando emociones, una vez terminado el recorrido por las calles de Santiago se esfumaba la ficción de ese poder, cual obra experimental.

Al llegar el verano, se participaba, en trabajos voluntarios, en predios ocupados por el “frente de campesinos revolucionarios” dado mi aspecto de jeans bordados y pelo largo, que no condecía con las del hombre nuevo, fui asignado con las mujeres a realizar los cursos de alfabetización a las compañeras campesinas, esto sería mi primer enfrentamiento a un público, donde más que pedagogía, era concientizar  a través del alfabeto, que la CH con la E  era Che y luego  gatillar un debate sobre el Che Guevara, y así con otras conjunciones, eran más bien guiones de pseudo concientización que terminaban en entretenidas  tertulias de pan amasado y té con las participantes.

Los militares surcaron las calles y apareció la violencia y la muerte, descubrí que todos aquellos que me habían enseñado sobre los valores sagrados de mi país se derrumbaba, los golpistas, no dudaban en cambiar su discurso de forma inmediata, entendí que lo que era divulgado por los medios de comunicación, eran retóricas épicas, desesperadas en pos de la defensa de una nueva ficción.

Al llegar a clases un día once de septiembre, me confronté a lo que era un estado de guerra, volvía a entrar en mi vida la experiencia de lo desconocido, ese día resistí, retiré armas (escopetas y amón gelatina)  desde un departamento, escondidas en baúles, las llevé a donde me indicaron, nadie las quería recibir, terminé en casa de una familia desconocida, en una villa, para no recibir las balas que desde helicópteros atravesaban el techo de aquel hogar, en la población La legua, nos  refugiamos  bajo una cama

Aquí cambia la historia y tres meses mas tarde estaba ya en Inglaterra, como un joven refugiado.

Entre a la universidad de Essex, a la escuela de estudios comparativos en sociología, convencido de lo vivido, seguía firmemente, analizando el mundo, según yo, desde la perspectiva de la dialéctica y el materialismo histórico. Hasta que me inscribí en un curso de cine, su profesor, Peter Wollen, gran teórico, guionista de Antonioni,

Aprendí de él como se construían las escenas, la implicancia de los signos y sus significados, las claves del montaje, leí a Eisenstein y todos los teóricos precursores del cine.

Para mi tesis de egreso, propuse un estudio sobre la unidad popular de Sri Lanka, trabajo que realicé en ese país, sin antes juntarme con líderes políticos de su gobierno para explicar por qué nosotros habíamos fracasado. Sin duda era de una soberbia política increíble. paralelamente lo que en realidad me atraía eran los elefantes y el mundo de los templos budistas, sus cantos, iconografías, ceremonias, ritos y pensamiento sobre él ser, así una noche de luna llena fui iniciado, entre cantos y oleos, en los escalones de un templo en Hikkaduwa, otro hito esencial en la construcción de una mirada.

Al regresar me inscribí la escuela de cine, de Bruselas, para estudiar dirección de fotografía, al año ya no seguía, pero si terminaba un corto metraje de cuarenta minutos titulado “L´escargots”,

Era sin sonido, por ende, sin texto, una suma de secuencias de imágenes, que se iniciaba con un joven recostado desnudo en un subterráneo, mientras decenas de caracoles invadían su cuerpo, filmé en un castillo, entre las platerías y cristales de la mesa del comedor alguien vomitaba monedas de oro, otro como Ícaro, se lanzaba desnudo desde los balcones del palacio. En otra locación en un cité abandonado, un caminante se encontraba con cuerpos colgando desde las ventanas.  Homo erótico y Barroco me comentaron.

Entré al centro de estudios teatrales de la universidad de Lovaina, esencialmente un programa teórico, pero con grandes maestros, Jean Duvignaud me lleva a la sociología del teatro, Bernard Dort a como realizar la dramaturgia y Denis Bablet me inmersa en los espacios escénicos y las puestas escenas contemporáneas, mi profesor guía es editor de la colección teatro del SXX. Philippe Ivernel.

Construyó una tesis sobre, “la subversión del grotesco”, como forma escénica transversal a todas las vanguardias, que se oponen a la teatralidad como espejo de la realidad, y proponen una mirada más política más esencial, más subversiva. El concepto de grotesco de Meyerhold, lo auto interpreto, y empiezo a subrayar como este concepto, se va re definiendo en cada gesto de creación de las vanguardias, el grotesco en el futurismo de Maiakovski, el grotesco del alma, en el expresionismo, el grotesco abstracto en la Bauhaus etc.

A partir de esta tesis, escribo y presento una obra que contendría los supuestos elaborados. “Opera pour un Naufrage”-Theatre-cine

 (1981)

El montaje se centra en tres narrativas o tres materiales en su construcción lo que hoy denominamos, ínter textos.

A) -La obra de Ramón del Valle Inclán – Ligazón (citando el grotesco español-)

– El corto metraje “L´escargots”

– Un texto dramático que entrelaza, he interactúa con los otros textos,

La fábula, se instala a partir de un trío de personajes grotescos, un triunvirato decadente burgués, sus valores y acciones represivas se van desenmascarando a medida que la obra sucede. El señor’, la señora y El, académico, de gran educación y supuesto buenos modales,

La trama devela que el señor colecciona cerebros de terroristas, que asesina, La señora es ninfómana y graba sus actos de amor y EL su cómplice, quien devora a su amada mascota.

En tanto antagonistas; una serie de personajes simbólicos, que denuncian y enfrentan a este malévolo trío

“Ustedes fueron quienes destruyendo mi primer sueño destruyeron nuestra última Utopía”

Se representa un fragmento de teatro, pseudo documental donde   las mujeres de los detenidos desaparecidos- confrontan a un juez grotesco que ridiculiza sus demandas.

La filmación va entrecortando el montaje y sirve de comentario para este trío.

 Este planteamiento, demandaba una construcción espacial específica para su realización, que permitiera unir estas diversas instancias narrativas. Es cuando estoy terminado la escritura que conozco a Herbert Jonckers, y él asume la dirección de arte de este montaje.

Elabora, un pequeño teatro clásico kitsch para la escena de Valle Inclán-  y un espacio hexagonal abstracto, frente al escenario… Tres sillas cuelgan, con una ampolleta sobre ellas, una pantalla al lado derecho para la proyección. Lo que Herbert genera, es una instalación, una estructura que engloba la  narrativa de la obra, entregándole un estilo y un lugar de percepción, descubro que la puesta en escena, la coreografía gestual -verbal de los actores y la narrativa del montaje, este puzle pre concebido es completamente leído, gracias al diseño espacial, y que por ende las poéticas de estos textos no podían ser bien comprendidos sin una poética de espacio que los contuviera, permitiendo la coexistencia de todos estos planos y enhebrándolos.

El texto y la emoción de los actores del trío, lo trabajo a partir de

quiebres emotivos, sin transición de una frase a otra, de la risa al llanto, del grito al susurro, tratando de exponer el movimiento de la mente, y manifestando un desorden o esquizofrenia racional de los personajes. Su hipocresía, interna externa, son personajes arquetipos sobre todo teatrales, sin duda son una metáfora, la representación de la junta militar re codificada.

Los personajes simbolistas, son la belleza, el existencialismo la poética interna, del alma. Un antagonismo sin sutilezas, de lucha entre el bien y el mal, hay una aproximación a una actuación que surge de la puesta de los cuerpos componiendo sobre el escenario, encuadrando las escenas como tomas cinematográficas.

Al percibir, la interacción entre las poéticas de un texto y aquellas del espacio, este accionar se transformará en un leitmotiv de mi pensamiento escénico.

Altazor- Equinoxe 1982

Es una obra de desechos, en una capilla medieval abandonada. Su título señala un homenaje a la poesía de Vicente Huidobro, “Altazor – equinoccio”, aunque la obra no refiere al poeta.

La multiplicidad de planos materializado en “Opera pour un Naufrage”, será el referente de esta segunda escritura.

Estructurada, a través de un puzle de transposición de planos temporales, de metamorfosis de los personajes y el espacio.

El abandono, la nostalgia y la metafísica de una salvación, frente a la desaparición de un líder, empaña esta narración.

Donde la cita a la tragedia, a lo urbano marginal, y al poder se entrelazan.

En su presentación la historia nos presenta una familia; Una mujer que lee fotonovelas, una niña que salta al cordel y clama su miedo por los lobos de los cuentos infantiles, mientras su padre construye el ataúd que se abrirá desde su interior, para que no lo entierren vivo, cohabitan con un erudito que profiere amenazas y predicciones de libros, pretéritos.

Como un cuerpo externo simbólico, un personaje de chaqueta de cuero, rapado y con los labios negros, quién predice una tragedia.

 A partir de los juegos de la niña, quien construye castillos con bloques de madera y se refiere a la existencia de un reino y de Altazor, se va generando una metamorfosis temporal de los personajes, quienes devienen   en protagonistas de una historia medieval, de campesinos, reyes, magos, que atribuyen su desdicha, al destierro de, Altazor, hijo del rey.

Cuando los tormentos del reino aumentan, van en su búsqueda. Este mundo ficticio que habitan, se interrumpe en repentinos instantes, donde recuerdan y se reconocen como quienes eran originalmente.

En su vagar, descubren un muro que los rodea, y en el intento de derribarlo para ir a un más allá, una explosión, los hace sucumbir.

La última escena nos devela, que ellos son parte de un experimento social, que se ha desbocado, donde las situaciones estaban controladas desde el exterior.

Tres ficciones, espacio temporales diversas para constituir la fábula global.

Sin duda, es una interpretación simbólica del exilio, y la marginalidad europea, y la búsqueda de un nuevo líder utópico…ellos son los residuos de la historia, de la unidad popular y su fracaso, pero ya re elaborada desde un lugar que re significa la historia.

La construcción del montaje.

La municipalidad de Bruselas, poseía una capilla abandonada, (sin luz agua etc.) la “Chapelle de Brigittines”. Hoy transformada en centro escénico para la danza contemporánea.

Solicitamos su préstamo para estrenar la obra, a su vez, la instalación lumínica y sonora la obtenemos con apoyo del “teatro experimental belga” quienes auspician de esta manera el montaje.

La capilla gótica, es un espacio imponente, con grandes vitrales y piso de piedra, la cual ya era el lugar del texto, al intervenirla con la escenografía, los cuerpos y lo lumínico, la sensación de soledad y atemporalidad se potenció, las guirnaldas   luminarias y artefactos colgaban de los muros, y atravesaban el espacio, era ahí donde habitaban los personajes de la obra, eran en cierta manera okupas de la iglesia.

Al fondo de la capilla, se instaló una estructura, como escenario, armado con pallets. Todos estos elementos Herbert los organiza como un puzle arquitectónico, donde los elementos primarios también se metamorfosean para ser parte de la obra medieval….

Así cuando la instalación okupa urbana deviene en un palacio medieval, las camas. sillones puertas. se ensamblan sobre la estructura de pallets y arman de manera constructivista la simbología de un castillo.

A su vez cubrecamas, floreros, sacos desperdigados estaban conscientemente pre -preparados para que se transformaran en un vestuario de época.

En este montaje, descubrí y percibí la dramaturgia de los objetos, la potencia de las composiciones de acuerdo a sus diferentes planos y las relaciones geométricas del cuerpo con la arquitectura.

Había tantos elementos y situaciones, que cada escena conllevaba, una construcción visual, que inundaba un barroquismo, así vislumbré que la imagen también es verbo,

La capilla, era la escenografía general y su presencia iluminada, su arquitectura gótica, el eco de las voces, sus muros de piedra ennegrecido por velas generaban una espacialidad atmosférica más allá de lo imaginado, entendí que las atmosferas de las poéticas de espacio construyen el lugar de la ficción, no el escenario.

La dirección actoral fue compleja, había un desfase en lo que se descubría espacialmente y composicionalmente y la coreografía cuerpo, gesto, emoción, no encontraba la forma de aunarse.

 Ahora podría reconocer que estaba frente a una actuación que derivaba del Performance, el actor, concreto, simple…ilustrativo de lo que hace, es decir consciente de un presente, alejado de un referente ficcional modernista, que profundiza la caracterización de los personajes, y la funcionalidad de las acciones escénicas, más que la presencia de los estados emotivos como lugar de una interpretación, y las acciones teatrales como realidad propia de cada montaje.

Podría decir que estas dos obras escritas en francés, quedaron en un vacío temporal, no eran parte de la dramaturgia belga, ni fueron nunca traducidas al español, quedaron ahí en ese limbo, como origen de un gesto de creación.

De hecho, la única edición de “Altazor Equinoxe” está en alemán, en un libro sobre el teatro latinoamericano en el exilio.

Sin duda todas las huellas de mi tiempo y de mi situación dentro de él brotan luego en la escritura, en la puesta en escena, en la concepción de mundo que mi memoria va adquiriendo. Si bien lo anterior es obvio, subrayo que ha sido espontáneo y orgánico, solo la página en blanco ha sido el inicio de las fabulas, y desde ahí las frases, letras, personajes han ido nombrándose, construyendo acciones y haciendo surgir la fabula. Así la primera página a veces es el centro del relato, a veces la segunda es el fin, la escritura comienza a gestarse como una secuencia de tomas que van estructurándose, dándole cohesión y lugar al relato, a veces dos personajes resultan que eran el mismo.

Una vez nombrados y plasmadas sus primeras frases, voy encontrando su lugar dentro de la obra.

Es sin duda el interior que emerge y comienza a expresarse y va construyendo la historia, no tengo pautas previas, ni estructuras a desarrollar. todo lo anterior lo voy descubriendo al escribir y sus frases lugares van gatillando la continuación, va eligiendo el lugar. Obligándome a ordenar todo lo anterior dentro de una narración

A veces el piso esta lleno de hojas de diversos capítulos para visualizarlos y voy escogiendo el fin, el inicio, hay veces que la ultima fase de la escritura es rellenar las conexiones o enlaces que permiten la unión de las escenas o que remitirán a escenas precedentes o futuras.

De ahí, que la primera indicación anodina cuando me preguntan de que escribo, les contesto, de ti, de lo que sientes, de lo que detestas, de lo que amas, de lo quisieras lograr, .de ti, tu eres parte de la especie por ende puedes hablar de ella

Quién se inicia en la escritura, tiene la ventaja de lograr percibir nuestro entorno desde un otro lugar

Verlo tal vez como me es ya imposible de verlo…Aunque compartamos la misma época no compartimos, ni la edad ni la trayectoria, ni la formación.

 Pero también la desventaja de tener que asimilar un pasado de creación y reconocer los estilos y formas de narrar, para que cuando hable de nuevo del amor, o la tiranía, no hable como sus predecesores, ni con los referentes de la cultura de mercado.

Si se pudiera traspasar el oficio, a las nuevas sensibilidades y las nuevas sensibilidades a quienes poseen el oficio de forma interna no virtual…tal vez el desarrollo en todas las áreas del saber seria potencialmente una explosión…pero el que llega tendrá que aprender a escribir, a manejar y a descubrir si lo que vive es ficción o realidad, poder o saber, o develar que los saberes anteriores no eran más que otros paradigmas a guardar en los baúles de una historia.

El cambio de percepción frente a nuestras emociones, planeta y universo es impredecible, multidimensional y anti lineal. Podrá existir una nueva edad media, como un futuro que jamás sabremos cómo se instala.

Lo efímero de nuestro accionar, sin embargo, es el otro ladrillo que dejamos instalados, este será sepultado por las arenas, desenterrado o solo será una expresión mas.

La necesidad de sentido de vida donde, todo lo anterior, utopías, guerras, amores no sean mas que las anécdotas de algo mayor.

Y esas anécdotas de nuestra existencia sin duda construyen un pensar.

Inicios en un país congelado.

El país al cual llegué, ya no era el territorio que había dejado, el silencio de sus noches vacías, un accionar escénico del cual no tenía referente muy distante a mis sensaciones de lo que era la representación. Muy lejos de un teatro construido a partir de las riquezas del espacio escénico o de las imágenes que estas podían proyectar. Los teatros eran de privados, de las municipalidades del régimen militar o de las universidades intervenidas por este.

Había grupos que resistían proponiendo mas bien textos que denotaban la atmosfera del país. Obras críticas, señalando angustias internas, o metafóricas en relación al estado represivo. Era más bien aquel teatro que surgió a fines de los setenta, y que reprimido sobrevivía manteniendo las formas que lo señalaban como una expresión contestataria, como las canciones, pre- régimen militar.

La televisión emitía sus teleseries y ahí los actores- actrices, directores se prestaban para ser los rostros de entretención de la dictadura.

Así, el mundo escénico de mi territorio era imposible que me acogiera, escasamente tenían espacio para sus producciones y mi escritura les parecía distante y enigmática.

El aislamiento, los años de represión y de congelamiento los había alejado del concepto de renovación artística y esta se alejaba de los paradigmas en los cuales estaban insertos.

En diecisiete años la escritura dramática era escasa y estática surgiendo de investigaciones de grupos sociales.

Más allá, hay que destacar el valor de aquellos que seguían gestando textos y representaciones en una nación rodeado del miedo…

Los primeros textos bajo dictadura.

No había otro sentido de vida, al llegar con Herbert a este país, que el hacer teatro como una forma de existencia y por ende de resistencia.

Ni en sus calles, ni en su gente re encontraba las imágenes del territorio que había dejado…las huellas de la memoria estaban inmóviles en algunos edificios, en el nombre de sus calles, pero la vida el entorno que había dejado ya no existía, los referentes estaban borrados, la información eran susurros, y en un primer instante volví a sentir el extrañamiento de un exilio, exiliado del espíritu,  de un orden  en el cual había que habitar pero que no respondía a las coordenadas de mi sentidos ni del  recuerdo. No tenia referente sobre lo que podía suceder, los medios no informaban más que de ficciones sobre una realidad que era otra.

Pero de a poco se fue develando lo otro, ese movimiento presente, dicho subterráneo, que hacia que la vida continuara, los deseos de vivir, de existir  en ese más allá de la verdad oficial, el re encuentro con quienes mantenían en su espíritu, en su presente  las emociones, y el sentir de una vida cotidiana que no podía ser anulada, donde el pensamiento se manifiesta, sin censura, la dictadura era el disfraz externo, pero aquella no había invadido sus capas sub cutáneas, asistí a obras en el centro cultural Mapocho, vi. el teatro callejero de Andrés Pérez. y me encontré con un entorno de gente que seguía resistiendo a través de las expresiones artísticas como único lugar autónomo de expresión, en festivales de video- arte en el cual participe, en galerías en manifestaciones de danza, en dos o tres cafés o bares que no estaban teñidos por el aura militar. Manifestaciones que a pesar de sus precariedades materiales reflejaban la creación y la fortaleza de esta, y un espíritu de sobrevivencia y de comunión,

Ahí se posiciona el arte como el último lugar del discurso y las emociones públicas de nuestra especie.

Ese espíritu se alineaba con mis sentidos y me permitió el proponerme proyectos donde la fuerza del hacer, iba más allá que todas las imposibilidades de su realización, y donde por las circunstancias de una época, donde todos los pseudo valores de nuestra sociedad quedan desnudos, y las palabras del discurso se estrellan con la vivida realidad.

 Una atmosfera social, donde la familia y la propiedad se sustentan como valores eternos, en medio de la muerte, el exilio y la desaparición.

Es de ahí que me convencí que el poder para imponerse, no puede más que crear una ficción de legalidad en pos del resguardo de su sistema… Es como luego en “la transición” nos predican, que la policía y las fuerzas armadas son instituciones sólidas de la república, cuando son esas mismas instituciones que destruyeron todos los conceptos del cual eran los supuestos guardianes.

Entendí que la última autonomía de nuestras emociones y saberes,  el lugar desde donde develar las ficciones imperantes, están en el arte y la cultura y en el deseo de un planeta feliz.

Descargas Libres

En este sitio podrás descargar obras, ensayos y libros completamente gratis.