“Adoro las balas de la ficción ya que nunca han manchado de sangre el escenario” *
Un Primer contexto
Me es grato escribir para “Alternatives teatrales” revista que hace décadas era parte de mi lectura de estudiante, donde descubría las aproximaciones existentes en la creación de otros lenguaje escénico.
Mi condición de refugiado, me condujo a Bélgica donde estudie Cine en el INSAS y al Centro de estudios teatrales de Lovaina la nueva. Así ese país fue el lugar de mis primeras escrituras y presentaciones como “Opera pour Un Naufrage” 1981 y “Altazor Equinoxe” 1982. presentada en una abandonada “Chapelle des Briggittines”.
Pero era un refugiado y mis textos emergían como una resistencia, frente a la represión que se vivía en mi país, su razón de ser, estaban destinadas a que fuesen representadas en Chile.
De ahí que retorno a mi país en 1983 y fundo el Grupo “Teatro Fin de Siglo” y el espacio de resistencia cultural a la dictadura el “Trolley” (un viejo hangar que se transforma en un lugar de creación y representación para todas las expresiones disidentes, música- video, danza, teatro. Lugar de origen de una gran renovación escenica. Este espacio funcionaba al margen, sin permiso, y financiado por las memorables fiestas performáticas-políticas). Tengo que subrayar que en este retorno me acompaña mi amigo belga, Herbert Jonckers, escenógrafo de mis primeras obras, hay que señalar que su presencia en nuestro país, hasta su fallecimiento en 1996, fue fundamental, en la reelaboración de las poéticas de espacio, no tan solo para mi escritura, sino también para el teatro chileno, al cual aportó con otras perspectivas a la visualidad de nuestra escena, estableciendo una experiencia de transculturalidad entre su formación y la dramaturgia chilena. Herbert fue galardonado con las principales distinciones de nuestra escena, un creador belga, cuyo trabajo se materializo en otro territorio, transformándose en un referente contemporáneo de nuestro diseño escénico, dando continuidad a la construcción identitaria de una escena, que se construye a partir de estos cruces.
La Herencia
Sin duda el teatro Latino americano y chileno es desconocido para el movimiento escénico europeo. Sabemos que solo cuando un territorio es un imperio, tiene los medios, para trasmitir o imponer su mirada, sobre las manifestaciones culturales.
Chile, al no ser potencia, carece de los mecanismos para establecer una presencia internacional que difunda su historia y la mirada de sus creadores, menos aún en esta época de globalización de una cultura de mercado
De ahí que deseo señalar, que desde la independencia en 1810 hasta 1918. se escriben y representan centenares de obras, que registran a través de una dramaturgia la evolución histórica del país, independencia, guerras, costumbres, sueños, donde a su vez se expresan, el teatro romántico, como aquel que surge de los ideales políticos, teatro anarquista, burgués, comunista, agit prop, vanguardista “creacionista”
Textos que surgen tanto en la soledad del desierto de Atacama, en las concentraciones industriales del salitre, como en los emergentes centros urbanos de Santiago y Valparaíso que ya en 1907 contaba con más de veintidós salas y una sociedad de autores teatrales de setenta dramaturgos. Lo anterior da cuenta de una riqueza y diversidad en el origen de nuestra historia escénica.
Toda una historia dramática que habla de un otro occidente, que ve la especie y sus conflictos desde su lugar.
Chile vive los vaivenes del SXX, elige un gobierno de Frente Popular en 1938, y llega al socialismo con Allende en 1973, transita la guerra fría bajo la dictadura de Pinochet y la globalización actual, su arte escénico va registrando estos vaivenes en sus diferentes capas, modelos y actuales autorías.
Es a partir de mis vivencias y esta tradición, que se construye un accionar escénico
Creación y espíritu de epoca
Mi creación escénica va íntimamente ligada con los espíritus de época que habito, Dictadura-exilio-transición democrática y época de globalización neo -liberal, sumado a las percepciones de un cráneo y las vivencias de un cuerpo.
Gestos de creación
Una motivación que me impulsa, es lograr descifrar como se construyen los gestos de creación, para apropiarlos, y volverlos autorales. Percibo que los modelos escénicos precedentes que imperan, si bien son parte de nuestra tradición, son gestos de construcción escénica ya elaborados, si bien entiendo que es un talento, ser virtuoso de un modelo artístico, dentro de mi concepto de acción frente al arte, es lograr construir a través del texto y su representación autorías, cuyo fin es develar las ficciones imperantes.
En 1985 escribí un manifiesto donde subrayo, “No querer hablar como ellos hablan, ni representar como ellos representan”, siendo ellos las expresiones de la dictadura, pero también de las formas artísticas pre-establecidas.
De ahi surge la necesidad de elaborar una escritura, como de la poética espacial que la contiene
Creyendo que si bien el terror, el amor y la persecución son los temas que un instante prevalecen, estos no pueden ser solo representados, como espejo de una realidad, menos estar restringidas a estructuras signicas pre determinadas de cómo debe ser un teatro contestatario.
Si el arte es un proceso de descontextualización de la realidad el oficio del creador es poder volver a descontextualizar también la creación.
La dramaturgia del espacio
Escribo para el espacio, estableciendo una simbiosis entre texto y su narrativa espacial, a partir de esta praxis, desarrollo el concepto de la dramaturgia del espacio
Teoría o perspectiva que decodifica la interacción entre las poéticas del texto y las poéticas de espacio, derivando en una indagación sobre la construcción de los códigos del alfabeto escénico.
He considerado relevante para una comprensión social, percibir como la humanidad para representar su imaginario visual, recurre al rectángulo y narra desde este. La fotografía, el cine, la pintura, la televisión, los millones de rectángulos de Internet. Me interesa como se construye el gesto de creación a través de este formato rectangular, dado que es un espacio geométrico, que no conlleva ni modelo, ni ideología, y que reproduce en su interior la rectangulizacion social- temporal de la ficción actual.
De ahí la necesidad de comprender como las composiciones y estructuras narrativas realizadas sobre este formato construyen estilos y la percepción de una obra.
Lo que lleva a indagar sobre las relaciones entre esta narrativa visual-textual, suma de rectángulos que se dibujan componen en un espacio-tiempo, y su interacción con la palabra, el cuerpo la luz, la dramaturgia del objeto etc. que van elaborando lenguajes y como el texto gatilla, intercala e interfiere y se modifica en esta relación. Como un texto infiere en la narrativa visual y viceversa.
La historia del arte escénico, desde otra perspectiva, puede ser descifrada, a partir de las múltiples formas que hemos narrado a través rectángulo.
Con respecto a la escritura, me atrae en su misterio, al transformarse en un idioma que se teatraliza, es decir puede construir su propia voz. (nadie hablaba en verso en el siglo XVIII)
También entiendo el texto sobre la escena como un canal para que el pensamiento y las emociones, que son mudas tengan un lugar donde manifestarse.
No se dicen monólogos frente un accidente, ni un soliloquio en instantes de alegría, ni surgen frases de profunda poesía en los encuentros amorosos, todo aquello es solo silencio y emoción.
El teatro, como las otras artes les da voz a esas emociones, logrando así conectarse con esa dimensión, paralela, intima, de un inconsciente colectivo.
De la misma manera que no se puede hablar como se escribe, en la escena los actores hablan como se escribe, dándole vida y visualización a nuestras emociones y a la filosofía de un pensar.
Siendo el texto a su vez, la otra acción escénica.
En el montaje de la obra “Cinema Utoppia” * (1985) su fin fue denostar las atrocidades de un régimen autoritario.
Este montaje sucede en un viejo cine de Santiago de los años 1940 donde diversos personajes asisten a ver una película ambientada en los años ochenta. Dentro de la pantalla se presenta otra obra, una teatralidad con códigos cinematográficos, que habla del exilio, los detenidos desaparecidos, el fin de las utopías. Dentro de la pantalla una pieza con una ventana en el centro. detrás de está, una calle.
En términos formales: Tres rectángulos correspondientes a tres espacios. el que contiene la sala de cine, el rectángulo de la pantalla y el rectángulo de la ventana.
Generando tres niveles de composición de escritura y de narrativa espacial, y de tiempos intervenidos.
En este periodo de dictadura surge una trilogía, así se escribe “99 La Morgue (1986”) Donde el instituto médico legal, es la metáfora de un país convertido en lugar de la muerte.
Las paredes del hangar del Trolley, se transforman en las verdes paredes de una morgue, en una época bajo estado de sitio.
Diferentes periodos de esta dramaturgia del espacio.
En breve hay una serie de obras que se sitúan en lugares reflejos o metáforas del país y de la especie. Un galpón abandonado, un Cine, Una morgue, un edificio de tres pisos. Donde los personajes son iconos o signos de nuestro entorno. (1985-1988)
Luego hay obras donde el espacio se multiplica en una serie de locaciones o lugares, que contiene la escena. Como el edificio de tres pisos donde sucede la obra “Río-Abajo” (1989-1995)
También hay textos donde el lugar de la representación es un (1995-2005) concepto y los personajes se transforman en actuantes, voces de diversos pensamientos que habitan un cuerpo y la transformación surge a partir de los lugares de donde el pensamiento habla. y es tan solo la palabra la que esconde una didaskalia que está sumergida al interior de las narraciones: “Almuerzos de mediodía” – “Tus deseos en Fragmentos”
Finalmente hay textos donde el concepto es la escena, el teatro y los personajes son actuantes, es el teatro el que se representa no como ficción, sino como realidad, el texto es la suma de las formas como el teatro habla. “Fin del Eclipse” – “Prometeo el origen “
Siempre tratando de lograr, que lo dicho sea lo oculto, lo íntimo, lo que no vemos ni escuchamos, las otras percepciones de la ficción.
Donde las dimensiones y los temas son múltiples y paralelos.
La dramaturgia del espacio, convoca que cada obra generé su propia tipología de la actuación, como, la reelaboración de todos los códigos que componen el lenguaje escénico (dramaturgia del objeto, acciones, instalaciones escénicas- dramaturgia de la luz y del sonido etc.).
Arte y política –dilema de una época
En el S. XX. la política se centró en proyectos de utopías sociales para un mañana, este ímpetu lo asociaba al arte, a sus creadores y establecía una mística con sus ciudadan@s, sabemos a su vez que este accionar, solo condujo a gobiernos autoritarios.
Hoy la política partidista, es solo administrativa de un sistema económico, no habla del universo, de la muerte, lo existencial, en este contexto, el arte se desliga de la política partidista. al no ser este lugar de las emociones y del mañana.
El arte en este contexto queda como el último espacio, donde se habla de esas otras dimensiones emotivas, y le construye hoy las ficciones a la realidad, de la misma manera que antes la política, le construyo ficciones al arte.
Recordemos, que uno de los motores de la noción de la democracia, se propaga, durante el renacimiento a través de las expresiones artísticas, que resitúan, la concepción del ser social.
Si en un instante escribí, como un acto de resistencia a los discursos de la dictadura y ese fue el motivo de hacer teatro, hoy mi trabajo se centra en resistir a las ficciones de la realidad.
Entendiendo estas como los discursos que determinan, en como mirar el mundo, como vivir en el, y cuales son sus valores.
Quizás el haber presenciado, el quiebre de las ficciones ideológicas y ver cómo estas se reemplazaron por otras ficciones, me llevó a sentir el entorno, como una convención establecida, para sustentar un poder, cualquiera que este sea.
Así está siempre esa inquietud de desnudar, que todos los discursos son ficciones sobre la realidad, para mantener un orden necesario, pero que estos se desvanecen se contradicen y se reinstauran, solo con el último fin de darle sustento a ciertos pensamientos sobre un existir.
No por eso creer que la “verdad” perceptiva se encuentre en la teatralidad o en mi cráneo, pero si poner en duda constante su instauración.
Desde ese lugar en el oficio escénico, creo poder encontrar lugares de fuga, me gustaría decir de resistencia, para un pensamiento que no logra conformarse con las “verdades” de su cultura o su entorno.
Sin pretender que los dilemas enunciados, puedan ser resueltos.
La obra “Fin del Eclipse” 2007 es un texto, sobre la creación.
Es una fábula, donde el teatro se sueña a si mismo, y donde al interior de este la vida y la muerte no existen, ya que son en sí una ficción. Bajo esta premisa, las narraciones puedan re iniciarse y volver a existir y así continuamente en un espiral laberíntico, que lo frena la temporalidad externa de la representación.
De esta manera emerge una estructura que permite, contener múltiples ficciones, y que estas puedan trastocarse a su vez desde su interior, como si se tratara de quebrar los dogmas de la realidad, o del teatro, que nos lleva a un lugar cuando el destino y las dimensiones paralelas no se coordinan entre sí.
Donde todo aparente fin, no es solo un re inicio, pero también un cambio, y donde los finales también pueden ser modificados.
El texto conlleva así memoria escénica, cuestión clave para que su narrativa sea asimilada.
La obra no podría existir sin los referentes escénicos a que alude no se hubieran gestado, ni los hechos históricos no hubiesen existido.
Uno solo puede escribir a partir de lo que sucede a su propia especie, y esta obra refleja los laberintos mentales en que nos encontramos, los mundos virtuales que nos invaden, y la multiplicidad de dimensiones no como una ficción, si no ya como producto de un mundo virtual, global.
“Fin del eclipse” nos lleva desde la conquista, al romanticismo del 1880, al mundo contemporáneo, de gente que se ama, o de alter egos, de la guerra en Irak, a un despertar sobre las playas cubanas, a recordar las ejecuciones tras un golpe de estado, a los instantes donde un grupo de revolucionarios de extrema derecha se reúnen, a la alegoría del teatro alegre, a la metafísica de mirar el universo, como único lugar desde donde poder evadirnos.
Es a partir de esta multiplicidad de lugares que se puede soñar lo que sucede, donde se representa lo que se habla, o se comenta desde el escenario lo que en el acontece y donde se desdice lo que se representa. En la cual una escena sueña, la escena que la precede.
Este texto se entrelaza con diversos estilos de escritura escénica.
Remitiéndonos a citar estructuras lingüísticas de una historia escénica.
La obra habla de y desde el teatro y construye una apología de lo anterior, lo paradojal es que finalmente hablar desde el teatro, es necesariamente hablar de la realidad.
En cierta manera está el dilema de no poder entregarle una verdad a la ficción escénica, frente a la ausencia de creer en las verdades de la realidad.
Finalmente “Fin del Eclipse” podrá ser tal vez la imposibilidad de crear una ficción.
Datos sobre nuestra escena
Hoy existen veinte escuelas de teatro, esta explosión no refleja que un país haya crecido veinte veces. a partir de entrevistas a los postulantes, ellos manifiestan el deseo de estudiar teatro para encontrar un lugar donde manifestarse y expresarse. (Al desaparecer los canales tradicionales, religiosos políticos).
A su vez nos enfrentamos a una irrupción de toda una escritura escenica contemporánea.
En Santiago hay una muestra de dramaturgia nacional, que se convoca todos los años y cuyo premio es el montaje de las obras ganadoras, en los últimos diez años son mas de mil los textos inéditos participantes, principalmente de jóvenes entre 23-30.
Nuestra cartelera de teatro- arte se centra en el montaje de la dramaturgia contemporánea, y vemos la emergencia de directores con autorías escénicas, donde los referentes ya no surgen del centro (Europa- EEUU) si no se construyen a partir de las creaciones de una escena del territorio.
No es porque el centro no genere textos inspiradores, pero la globalización actual, es solo aquella de la cultura de mercado, no del arte, Así el distanciamiento y conocimiento de la dramaturgia internacional o de sus propuestas escénicas se ha desvanecido.
A su vez, el centro dejó de proponer utopías colectivas, con representantes artísticos de estos, que generaban un militantismo artístico internacional. (formas escénicas de la ideología)
Sin duda, el quiebre de los modelos ideológicos, llevo al quiebre de los modelos artísticos. Asi la “verdad” de la representación se vuelve esquizofrénica, o esta en las manos de cada creador, cada cual verá si logra interpelar las emociones de su territorio y develar nuevos saberes en la construcción de nuestros itinerarios.
No hay libertad de expresión sin difusión.
Hoy en chile la creación escénica se enfrenta al dilema de su difusión hay creadores hay publico, pero los medios están centrados en la difusión de la cultura global y de los rostros mediáticos televisivos de la cultura de mercado o del teatro de mercado.
Así la dificultad de hacer existir una obra pasa por su no o mínima difusión. De ahí la sobre vivencia de muchas creaciones están a merced de la difusión. Esta nueva cultura mediática desliga al público no tan solo de las creaciones contemporáneas, pero también de un patrimonio cultural que se desvanece, de ahí que para mi hoy la libertad de expresión deja de existir sin difusión. Y se instaura esta censura democrática donde la libertad editorial, está por sobre los deberes éticos y donde los medios económicos, necesarios para una verdadera difusión, son inexistentes
Es en este contexto que la creación escénica en Chile vuelve a surgir como un lugar de resistencia y un anticuerpo a la globalización y a los discursos de ficción.